Más de una vez (lo saben bien, queridos lectores) se ha infiltrado en nuestra sección de comentarios la insidiosa opinión de que este blog, pese a llevar por bandera la clarividente misión de divulgar la metafísica y el conocimiento mundano entre ustedes, es en realidad un vehículo para exaltar la arrogante personalidad de su autor, el Dr. Malarrama.
Nada más lejos de la realidad.
Hoy, para aplastar las voces disidentes, queremos dar cabida en nuestras páginas, ¿por qué no?, a la gloria ajena.
Sí, amigos y amigas, es momento de celebrar el apoteósico triunfo de nuestro compañero literato, bloguero y bon-vivant, Jon Bilbao (visiten su bitácora haciendo “clic” aquí mismo), cuyo texto Calor, se acaba de alzar con el primer premio de relato de la XXXVI edición del Concurso Ignacio Aldecoa.
Hará cosa de un año tuve el honor de presentar su libro 3 relatos: Física familiar, Pequeñas imperfecciones y Preludio y consecuencias de un encuentro nocturno, en el madrileño Hotel Kafka; servicio por el cual, el dadivoso señor Bilbao me hizo dos obsequios: una novela de zombis disfrazados de personajes de Mad Max escrita por Cormac McCarthy (The Road) y una generosa mirada de asesino cuando mencioné que sus narraciones (las bilbaínas, no las mccarthianas) tienen un poso de Raymond Carver.
Pensándolo mejor, de ahora en adelante, sólo me referiré a la influencia de Stan Lee en su obra.
En fin, para abreviar, dediquémosle todos una profunda reverencia a Jon Bilbao. Así, muy bien, hasta el fondo: quiero verles tocar con la cabeza en el suelo.
Nada más lejos de la realidad.
Hoy, para aplastar las voces disidentes, queremos dar cabida en nuestras páginas, ¿por qué no?, a la gloria ajena.
Sí, amigos y amigas, es momento de celebrar el apoteósico triunfo de nuestro compañero literato, bloguero y bon-vivant, Jon Bilbao (visiten su bitácora haciendo “clic” aquí mismo), cuyo texto Calor, se acaba de alzar con el primer premio de relato de la XXXVI edición del Concurso Ignacio Aldecoa.
Hará cosa de un año tuve el honor de presentar su libro 3 relatos: Física familiar, Pequeñas imperfecciones y Preludio y consecuencias de un encuentro nocturno, en el madrileño Hotel Kafka; servicio por el cual, el dadivoso señor Bilbao me hizo dos obsequios: una novela de zombis disfrazados de personajes de Mad Max escrita por Cormac McCarthy (The Road) y una generosa mirada de asesino cuando mencioné que sus narraciones (las bilbaínas, no las mccarthianas) tienen un poso de Raymond Carver.
Pensándolo mejor, de ahora en adelante, sólo me referiré a la influencia de Stan Lee en su obra.
En fin, para abreviar, dediquémosle todos una profunda reverencia a Jon Bilbao. Así, muy bien, hasta el fondo: quiero verles tocar con la cabeza en el suelo.
Dr. Malarrama.
[En nuestro próximo episodio, el Dr. Malarrama relata su viaje iniciático a Austin, Texas, la Atenas del medioeste norteamericano, adonde se desplazará en breve para pedirle a su futuro suegro la mano de su prometida]
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