viernes, 9 de enero de 2009

La Agencia de Detectives Pinkerton


Nuestro logo.

¿Su hija se ha fugado de casa con un comunista poniendo en peligro el futuro de la fortuna familiar? ¿Su empresa recibe amenazas de los sindicatos para que reduzca las 90 horas semanales que impone usted a sus empleados? ¿Su esposa no encuentra el huevo de Fabergé que le regaló el zar y las sospechas han recaído sobre la criada? Quizá sea hora de contratar ayuda profesional. Quizá sea hora de recurrir a la Agencia de Detectives Pinkerton.


Quiénes somos:

La Agencia de Detectives Pinkerton pone a su disposición un amplio número de agentes con experiencia en:


  • Seguimiento de personas evitando las restricciones impuestas por la Ley de Derechos Civiles y la Constitución de los Estados Unidos de América.

  • Reventamiento de huelgas amparándonos en el derecho constitucional de nuestros agentes a llevar armas y utilizarlas de la manera que les sea conveniente.

  • Servicio de vigilancia en minas de oro.

  • Expropiación de terrenos en Territorios todavía no reconocidos como Estados por el Congreso.


Además contamos con una extensa base de datos sobre la población civil que, hoy en día, es la base de los archivos del F.B.I.


Nuestro fundador:

En 1850, Allan Pinkerton fundó la Agencia Policial del Noroeste, que luego pasaría a ser denominada Agencia de Detectives Pinkerton. Allan Pinkerton empezó a adquirir una cierta fama cuando, en 1862, nuestro líder frustró en Baltimore un primer intento de asesinato de Abraham Lincoln. Desgraciadamente Lincoln prescindió más tarde de sus servicios y un mediocre actor llamado John Wilkes Booth pudo acabar con su vida unos años más tarde. En 1872, el gobierno español contrató a Pinkerton para acabar con un amago revolucionario en Cuba, cuyos cabecillas tenían la insensata intención de abolir la esclavitud e instaurar la democracia. La gloriosa carrera de Allan Pinkerton acabó en 1884, cuando al resbalar en una calle de Chicago, dio contra el suelo mordiéndose la lengua. La infección subsiguiente provocó su muerte un mes más tarde.




Allan Pinkerton, izda; Abraham Lincoln, centro.

Nuestros agentes:

Probablemente el más famoso de nuestros agentes sea, por desgracia, Dashiell Hammett, quien trabajó para la Agencia de Detectives Pinkerton durante el periodo comprendido entre los años 1915 a 1922. El nombre de Hammett llegó por primera vez a los titulares de la prensa cuando, en 1922, trabajando para nosotros, detuvo a unos ladrones que en diciembre de 1921 se escaparon con un botín en joyas y plata por valor de 130.000 dólares. Unos meses más tarde, Hammett dejó de trabajar para la Agencia Pinkerton con la peregrina alegación de que tenía problemas de conciencia después de haber ejercido como agente revientahuelgas.

Su ingratitud alcanzó nuevas cotas cuando, con gran cinismo, utilizó su experiencia con la Pinkerton para dar forma a su primer personaje literario conocido, el Agente de la Continental. Dicho personaje protagonizó Cosecha Roja, novela en la que Hammett presentaba a La Continental, trasunto de nuestra agencia, como una fuerza para-policial corrupta que en alianza con los poderes políticos y de la prensa busca asegurarse el control sobre un pequeño pueblo estadounidense. Es más, tuvo la osadía de dar a entender que sólo el sentido ético de una persona (el del Agente, en este caso) en oposición al código deontológico que manejan sus patrones, es el único camino hacia la justicia social. Cosecha Roja confirmó lo que sospechábamos: que este señor no era más que un maldito comunista.

No nos avergonzamos a la hora de reconocer que nos equivocamos con este escritorzuelo y, desde entonces, nuestro departamento de personal ha puesto un exquisito cuidado para asegurarnos de la pureza ideológica de todos nuestros agentes.



Dashiell Hammett detiene a unos ladrones. Titular de 1922.

Nuestros enemigos:

Los anarquistas, en general. No se rían. Ustedes los europeos no saben lo que es el anarquismo. El anarquismo continental siempre fue un juego de niños: como mucho disparaban a algún príncipe obeso y putañero de vez en cuando, como hicieron con Francisco Fernando de Austria, o le clavaban una lima en el corazón a Sissi Emperatriz. Pero aquí, en los Estados Unidos de América, tuvimos la mayor oleada de actividad anarquista que se recuerda en el mundo, durante fines del siglo XIX y comienzos del XX. Huelgas de mineros, bombas en vías férreas, asesinato de patrones… Allí donde haya un anarquista, estará la Agencia de Detectives Pinkerton para detenerlo y así lo demostramos en la huelga de Homestead (1891), en la de Pullman (1894) y en la mal llamada masacre de Ludlow (1914).

Al Swearengen. Este señor era propietario de una casa de lenocinio a finales del siglo XIX en un pueblo de Dakota del Sur llamado Deadwood. Aliándose con el autonombrado sheriff del pueblo, Seth Bullock, pusieron en entredicho el nombre de la Agencia Pinkerton, que había sido contratada por el magnate de las minas de oro George Hearst para proteger su propiedad.

David Milch. Se la tenemos jurada a este señor. Como guionista de televisión, en su serie Deadwood se atreve a asegurar que la Pinkerton entró al servicio de George Hearst para controlar a los mineros de Cornualles que había contratado. Estos se negaban a trabajar más de doce horas diarias y empezaron a asociarse. Según Milch, dicho “control” sobre los mineros incluía palizas, asesinatos y, cuando esto no funcionaba, directamente el despido para ser sustituidos por trabajadores chinos dispuestos a trabajar todas las horas que hicieran falta. Negamos rotundamente todas estas acusaciones.

Thomas Pynchon. Se atreve a glorificar el anarquismo estadounidense en su novela Against the Day, recubriéndolo de una pátina romántica que para nada se corresponde con la realidad. Menos mal que es una novela de ciencia ficción y cualquier cristiano de bien no creerá nada de lo que se cuenta en ella.


Para contactar con nosotros:

Para contratar nuestros servicios contra pérfidos anarquistas, hijas díscolas y criadas amigas de lo ajeno, deje un comentario en este mismo blog indicando su email y/o número de teléfono.

Si lo que le interesa es la aventura y quiere hacer las pruebas de selección para convertirse en uno de nuestros agentes, únase al grupo Pinkerton Detective Agency que podrá encontrar en Facebook.






17 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale.

Anónimo dijo...

Congratulations por tu blog. Te descubrí por casualidad en una acalorada discusión.

Y mírame ahora, he acabado suscrito a tu feed, como quien no quiere la cosa, guapetón.

Anónimo dijo...

Yo también te conocí por casualidad.
Casualmente me conocías, y yo a ti.

Anónimo dijo...

Te conocí a través de En blanco y negro el blog de Mateo de Paz.

¿Estás de coña, tío? ¿Por qué no te dedicas a escribir de verdad y dejas de perseguir anarquistas que es lo mismo que decir fantasmas?

Por lo demás... ¿quién coño es Dr. Malarrabia?

Dr. Malarrama dijo...

Anónimo 1:
O.K.

Anónimo 2:
Muchas gracias por tus comentarios. Da gusto ver que hay gente con sentido del humor.

Anónimo 3:
Gracias por pasarte por aquí, Javi!

Anónimo 4:
"La vida es un asunto demasiado serio como para no tomárselo en broma", dijo Groucho Marx. Que la estupidez humana no tiene límites es algo que no debería sorprendernos, sin embargo nunca dejará de maravillarme la suprema falta de inteligencia de los que se toman al pie de la letra (o se creen) todo lo que leen. Insisto: busca el significado de la palabra "ironía" en el diccionario y cópiatelo. Quizá así descubras que quien escribe un texto no siempre quiere decir lo que literalmente dice en él.

Anónimo dijo...

?????? Joder, Malarrama, ¿tú no controlas los IP?
El comentario 3 lo he puesto yo, con quien te has tomado un café esta mañana. ¡Tienes menos vista!
Y sobre el comentario 4, para mí que el chaval sí sabe de tu ironía, pero le espanta ver tanto talento derrochado. Y soy de su misma opinión.

Anónimo dijo...

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