jueves, 10 de mayo de 2007

El Dr. Malarrama les presenta a una amiga.


Hoy es día de presentaciones.

Los asiduos a How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb saben que todos los meses el Dr. Malarrama dedica una entrada de su blog al ganador del concurso literario del mes. La ganadora de Mayo es la inefable Baronesa Lalita, quien nos acompañará a lo largo del día de hoy.
"No me suena ese título", dirán aquellos de ustedes que sean expertos en genealogías aristocráticas. "¿En qué lugar exacto de España se encuentra el baronazgo de los Lalita?".

No sigan, capto la ironía. Como bien sospechan, el título nobiliario de Lalita no fue adquirido por herencia familiar. Muy al contrario, lo consiguió por su propio esfuerzo. Si mal no recuerdo que nuestra amiga de Moratalaz empezó a utilizar el título de Baronesa allá por la época en la que se unió a un grupo de amigos zombis y, juntos, se hicieron pasar por miembros de un colectivo activista denominado La Hermandad del Águila Imperial, entre cuyas acciones sociales se encontraban: divulgar textos incendiarios promoviendo la anexión militar de Marte y elogiando los senos de Julie Andrews, organizar excursiones a la Playa de la Concha donde todos los años celebraban el concurso anual de bunkers de arena y un festival de dramatizaciones del desembarco de Normandía; y otras actividades como boicotear supermercados franceses, o embarcarse en una larga y comprometida labor educativa para refrenar los nefandos gustos en el vestir de las jóvenes españolas de hoy en día y devolverles el mundo de las faldas largas, los bañadores de cuerpo entero y los sombreros de ala ancha; misión esta última de la que se encargó nuestra amiga, valiéndose de la autoridad que le daba su nombre de Baronesa. Incluso yo, el Dr. Malarrama, formé parte de La Hermandad del Águila Imperial, y fui encargado de la Delegación Cultural, empleando casi todo su presupuesto en subvencionar largas y elaboradas odas a la mejor cantante española de todos los tiempos, Cecilia, para levantar la moral e incendiar las almas de los miembros de la Hermandad.
Éramos jóvenes.

Pero corramos de momento un tupido velo sobre nuestro pasado ideológicamente, ¿cómo llamarlo?... sí: "confuso", porque intuyo que ustedes quieren saber ya cómo es la Baronesa Lalita, sin más preámbulos. Lo que les voy a contar ahora les dará una idea. Les he hablado de El Moderator, ¿no es así? Nuestro venerado e ilustre líder, ¿verdad? El ohcapitanmicapitán de los destinos zombis, ¿cierto? Pues no. El poder de El Moderator no es tan monolítico como ustedes piensan. Existe una mano en la sombra, un power-that-be a quien el mismísimo El Moderator teme. ¿De quién se trata? Pues de la Baronesa Lalita.

Háganse una idea. En cierta ocasión, El Moderator se llevó a sus zombis de convivencias a Valladolid. Bueno, en realidad lo hace todos los años, ya que el Festival de Cine de Valladolid es el lugar ideal para comer lechazo y ver películas de Conchita Velasco, las dos pasiones primigenias de El Moderator. Esta vez, tuvimos una tragedia. Baronesa Lalita estaba afónica. ¿Qué dicen? ¿Que no parece tan grave? Eso es porque todavía no la conocen. La fuente del poder de Lalita es lingüística. Esto es, la Baronesa tiene la costumbre de rajar sin piedad, lanzando invectivas atómicas a diestro y siniestro; haciendo retruécanos de cualquier pusilánime intento de su interlocutor por defenderse, devolviéndole el golpe en toda la cara como un bumerán de acero; montando la madre de todos los pollos ante ante cualquier muestra de modales indignos para una Baronesa. En resumen, su lengua es un arma de destrucción masiva. Por eso la admiramos.

Pero, como digo, ese año, en Valladolid, estaba afónica. La Baronesa Lalita, mujer de muchos ardides, como Odiseo, se hizo con un cuaderno para comunicarse con sus amigos zombis como en los viejos tiempos de su juventud, aquellos de la foto que les hemos regalado arriba, con pluma y tintero. Con tal fin, Baronesa Lalita redactó todo tipo de frases estándar en el cuaderno, una en cada página, de modo que le bastaba con buscar la frase más apropiada para cada momento y enseñársela a su interlocutor, o interlocutores, para comunicarse sin necesidad de usar la pluma cada vez que quería expresarse. Recuerdo que en el cuaderno había frases de uso cotidiano como "¿No os parece que el cine de Kiarostami está lejanamente entroncado con la obra de Tarkovsky?", "He fundido la Visa a base de facturas del Corte Inglés" y "Sois un desperdicio de hombres". Sin embargo, según se sucedían las cervezas, los cigarrillos y las tertulias, se hizo evidente que la Baronesa Lalita sólo iba a necesitar una de las páginas del cuaderno durante toda la estancia en Valladolid. La página que decía: "Hijos de Puta".

Que algún zombi hablaba a destiempo, la Baronesa Lalita plas, plas, plas, plas, buscaba la página donde estaba el enorme rótulo de "Hijos de Puta". Que alguien mencionaba el nombre de Rufus Wainwright en vano, plas plas plas, "hijos de puta". Que salía alguna referencia al portentoso nivel de ingresos mensual de la Baronesa, plas plas, "hijos de puta".

"Hijos de puta", plas, "hijos de puta". Se hacen una idea, ¿no?

Pues bien, una de las noches, El Moderator nos llevó cenar a un restorán de alcurnia. Indignos nosotros nos desplazamos al lugar y allí estábamos comiendo lechazo y debatiendo sobre las piernas de Conchita Velasco, cuando hete aquí que a los postres, el Dr. Malarrama advierte a El Moderator de la presencia de un personaje singular. Desde el fondo de la sala se acerca un hombre oriental escoltado por dos jóvenes, varón y hembra, de cuyas solapas cuelgan sendas acreditaciones del festival.

-Es Ang Lee -susurré discretamente al oído de El Moderator.

Con su nonchalance habitual, El Moderator se levantó (seguido de cerca por mí) e inició su aproximación hacia el realizador de cine que, aunque todavía no había hecho ninguna película con Conchita Velasco ya le gustaría ponerla a dar saltos y patadas o, en su defecto, colorearla digitalmente de verde. Cuando apenas estaba a cinco metros de él, la joven, no Conchita Velasco, que debía de ser relaciones públicas del festival, interpuso su mano en señal de stop deteniendo el avance de El Moderator.

-Mr. Lee -dijo entonces el líder zombie, con su elegante espiquinglis de Oxford-. You, us, me, him, photo.
-El señor Lee no tiene tiempo para fotos -contestó la joven por él.
-¿Cómo dice señorita? -replicó nuestro cabecilla.
-El señor Lee n-o t-i-e-n-e t-i-e-m-p-o p-a-r-a f-o-t-o-s.
-Perdone, joven -la interrumpí-. Pero, ¿sabe usted con quién está hablando?
Ang Lee se impacientaba.
-Ni lo sé -exclamó furiosa la acompañante-. Ni me importa.
-Es El -respondí.
-¿Él? -preguntó ella.
-Moderator -dijo nuestro amado líder- El Moderator.

La joven bajó la mirada de inmediato y nos entregó a Ang Lee, con quien acto seguido nos tomamos esta foto El Moderator y yo.





Satisfecho de su poder, El Moderator se despidió amablemente del señor Lee en un exquisito inglés de Cambridge (nuestro cabecilla domina una amplia variedad de acentos anglosajones) y se dispuso a volver a su asiento. Por suerte estaba yo allí para avisarle del espantoso error que estaba a punto de cometer. Enseguida le indiqué que mirase en dirección a la Baronesa. La Baronesa Lalita había clavado sus ojos inyectados en sangre en el rostro de El Moderator, mientras sus manos eran un frenesí de pasar páginas, plas plas plas plas plas plas,... El Moderator, aterrado, se dio la vuelta y se lanzó en dirección a Ang Lee.

-Mr. Lee -aulló-. Photo, photo, together, together...
-¿Y ahora que quiere este tío? -preguntó el director oriental a la joven en perfecto castellano.
-¡Together all the friends, photo! -aclaró El Moderator.

Frase que hizo posible la existencia de esta otra foto:




Si alguna vez se preguntaron por qué la Baronesa Lalita sale tan resplandeciente en las fotos y pensaron que, tal vez, era felicidad, ahora ya saben la respuesta. Es PODER.



Dr. Malarrama.




12 comentarios:

Anónimo dijo...

:DDDDDDDDDDDDDDD

¡¡¡Las fotos son lo mejor!!! ¡¡Ristooooooooooooo!!

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Baronesa Lalita, creo que jamás podrá dedicarle ni una mala palabra a Sir Bartual Moore ni un mal pensamiento... ¿eh? ¡Sólo sonrisas y besos! :)

Anónimo dijo...

Ciudadano Malarrama: es usted comunista?

Anónimo dijo...

¡Conde!

¡El Boyardo Tamaroff presente!

¿No me ha reconocido tras las gafas?

He mejorado un poco mis sintagmas porque fui a un taller literario...

Risingson Carlos dijo...

No mencionas la mejor frase:

"WE WILL SEE YOUR MOVIE TOMORROW MISTER LEE"

Anónimo dijo...

funny funny

Queer Enquirer dijo...

Hay una gran diferencia entre la primera foto de la Baronesa y la segunda.
Por otro lado, hay algo raro en esas fotos con Ang Lee, pero no termino de ver qué es...

Anónimo dijo...

Queer Enquirer: Observo que en su comentario no hay ninguna referencia fálica. ¿No se estará usted volviendo heterosexual?

Anónimo dijo...

!Jajajajaaja! Doctor Malarrama, he de reconocer k está usted k se sale de la tabla. !La Baronesa es el Poder en la Sombra, claro k sí!

The Big Kahuna dijo...

Oiga, y con estos monográficos sobre los ilustres acertantes de sus acertijos literarios, ¿no va a hacer usted algún tipo de coleccionable o algo? Estaría bien. Además, yo me guardo las espaldas porque no creo que acierte ninguno. Con decirle a usted que eso de Zurito me suena a cerveza de tirador...

Anónimo dijo...

Unai Numeroséis: La intención del Dr. Malarrama es reunir en un coleccionable las semblanzas de sus amiguitos, sí. Cada una con un recortable de cartulina, con sus ropitas de cartulina y sus accesorios. No tire la toalla con el concurso. El Dr. Malarrama me ha confirmado que, de todos los candidatos a obtener una futura entrada exclusiva, es usted uno de los que más posibilidades tiene de alcanzarla. Eso es porque el Dr. Malarrama está deseando contar algo sobre usted que sólo él sabe. Siga jugando. Tal vez la pregunta literaria del mes que viene se ajuste más a sus gustos como lector...

Ilse dijo...

Doctor Malarrama:

¡Este post es basura!¿En serio considera que esto es una entrada apropiada a mi nivel? ¡Pero si no habla de mí! ¡Si sale más moderator que yo! No señor. Usted dijo que el ganador obtendría un post de semblanza y qué me encuentro? Que me muestra como una mujer débil que se queda afónica y que consigue fotos con Ang Lee. No me siento satisfecha, Doctor Malarrama. Esperaba un post que glosara mis cualidades, que alabara mi físico rotundo y que mostrara admiración sin límites, no las tícas chanzas de El Corte Inglés, lugar en el que ya no tengo casi gastos. Volveré a concursar y espero entonces que cumpla con su promesa.

Ofendida,

Baronesa Lalita

Anónimo dijo...

Larga vida a la Baronesa Lalita!